Un factor importante para lo mismo es buscar la "Atemporalidad", buscar que dicha huella sea, en medida de lo posible, aplicable al día de hoy, al año siguiente y 100 años después. Esta noción por sencilla que se lea, es complicados una pues es nuestro estatus temporal actual el que dará la pauta a la forma en que nuestras ideas y actos se proyecten en el día a día.
Un claro ejemplo de ello lo encontramos en los medios de entretenimiento, cuando chistes/comentarios "locales" y situados en momentos específicos pierden por completo el sentido al ser percibidos tan solo un par de años después, dejando como cascajo trabajos que requirieron N cantidad de esfuerzo para su realización. A nadie le importan los candidatos presidenciales al siguiente ciclo electoral, o la película de moda en 2007 8 años después.
Desgraciadamente la volatilidad de la atención del espectador, su hambre por la satisfacción o referencia a sus vivencias mundanas del momento hacen que cada día esa huella mediática sea más y más específica de un momento, lugar, y hasta grupo social específico. Irónico que cuando existen mayores medios para guardar memoria de los eventos que nos rodean y para difundir y perpetuar nuestras obras, sean más desechables y vamos nuestros productos.
Nadie nos enseña a trascender, pero al menos podemos intentar dejar de "vivir el momento" en toda la extensión de la palabra, y buscar que nuestras obras y acciones lleguen más allá de nuestra actualidad y sean comprendidas por quienes en un afán de curiosear en nuestro legado, descubran lo que dejamos, sea de forma sensorial o por las acciones y enseñanzas que dejamos a los demás.
Los memes viven menos de mes y medio. Lass enseñanzas de un corte a la moda caducan en 6 meses.