Lo supo desde ese día en que, a sus tiernos 7 años acudió a aquellas ruinas, y aun recuerda perfectamente lo que dijo el guía local
"Este sitio fue construido específicamente para que todo sonido que se emita desde el centro de la explanada, se escuche hasta el último rincón del centro ceremonial"
Recordó encontrarse parado justo en el centro del terreno y haber aplaudido, y escuchar que su aplauso fue tan potente que efectivamente resonó en las antiguas paredes de piedra, e hizo que las aves abandonaran sus nidos al unísono... Pero la cosa no quedo ahí
Descubrió que el sonido del choque de la palma de sus manos permaneció con él aun cuando sus vacaciones terminaron. Se vio como el aplauso más potente en eventos, llamando la atención a su perro a dos cuadras de distancia, desintegrando molestos mosquitos a 1 metro de distancia, deteniendo taxis sin problemas cuando se requería, llamando la atención de sus alumnos cuando comenzó a dar clases.
Probablemente no tenía agilidad incrementada, fuerza sobre humana o poder mental, y jamás tuvo la pretensión de cambiar el mundo con su don. Sencillamente disfrutaba ser en las fiestas una pieza clave para poner el ambiente.
Un súper poder que no sale en los cómics, como tantos mas que se ejercen en este preciso momento y pasan desapercibidos.
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